Felices dieciséis / Sweet sixteen (Ken Loach, 2002)

Es cierto que este director generalmente, te mete los dedos en las órbitas de los ojos y retuerce a placer… pero anoche salí sobrecogida.La película se llama Sweet Sixteen (Felices dieciséis) y evidentemente, de felices y de sweet, nada de nada…

La historia es la siguiente: Liam va a cumplir 16 años en unos días. Su madre, Jean, que está en la cárcel, saldrá a la calle a tiempo de asistir al cumpleaños de su hijo. Liam quiere aprovechar la ocasión para que, esta vez, todo vaya bien. Sueña con una vida familiar que nunca ha tenido, lo que significa crear un lugar seguro para su madre, su hermana Chantelle y él mismo, fuera del alcance de vagos como Stan, el novio de su madre, y de su propio abuelo, un ser mezquino.

Pero para ello, antes tiene que conseguir dinero, toda una hazaña para un adolescente. Los disparatados planes de Liam y sus amigos no tardan en meterlos en toda clase de problemas… y no sigo, porque, aunque sea de lo más duro que he visto últimamente, creo que habría que verla… pero prepararos para una fuerte descarga de… de todo, amargura, adrenalina, lágrimas… He tenido la suerte de poder verla en versión original con subtítulos, pero, para los políglotas, os advierto que a los mismos ingleses hubo que subtitulársela…

Martín Compston, el protagonista hace un debut en el cine que, de seguro, no pasará desapercibido…

En fin, tripas revueltas, promesa de que la próxima peli, tiene que ser una comedia, pero agradecida por ver cómo se HACE CINE.